ROSARIO DESDE LA ANTÁRTIDA

Desde el día 28 de febrero, todos los días, la Antártida se ha unido a Rosario en Ferraz durante el rezo del santo Rosario.

En esta convocatoria del Rosario Universal, nuestra Madre del Cielo ha querido que unamos todos los continentes. ¡Ojalá fueran todos los países! Desde el frio del hemisferio sur, el rezo del santo Rosario calienta el alma y nos une, mediante el misterio de la fe, de forma espiritual.

A continuación, recojo las palabras de la española, que se encuentra de viaje por esas gélidas tierras, sobre la experiencia que está viviendo:

“Nunca me había pasado, pero he sentido mucha alegría: júbilo. Es como si mis oraciones llegaran más cerca a Dios y a la Virgen María porque desde esta parte del mundo se les alaba, se les glorifica y quizá aquí no hay mucha gente que lo haga.
Es estar lejos del mundo y bendecir a la Santísima Trinidad y a la Santísima Virgen, en soledad y en alto: bendecirles, glorificarles y darles las gracias.
Es emocionante rezar en este continente porque no llega a la centena los que viven aquí y, posiblemente, pocos recen el Rosario.

Cuando voy al Rosario de Ferraz, lo hago sintiéndome ejército de María, sabiendo que hay que luchar espiritualmente para llevar a Cristo y la Virgen al Mundo. Siento que soy llamada a estar en el ejército de la Virgen. Siempre, a lo largo de la historia, ocurre lo mismo: la lucha, el combate espiritual entre el Bien y el Mal. Veo con claridad que hay que rescatar al Mundo, a España. Entre las opciones que hay, yo tengo claro que voy a seguir con el Rosario en Ferraz. Voy con ilusión y con ganas, sé que es lo que tengo que hacer. Pienso que me pueden multar o que me puede pasar algo pero, en medio de esta lucha digo: yo estoy aquí. La lucha no es para tibios sino para gente comprometida: es vivir de verdad las Bienaventuranzas.

Hay una Virgen que se llama la Virgen del Olvido, del Triunfo y de la Misericordia que se le apareció a una monja de clausura -sor Patrocinio- en un convento de Madrid. Esta monja era confidente de la reina Isabel II en una época de España con muchas similitudes a la actual. Esa imagen de la Virgen se la presentó el arcángel San Miguel a sor Patrocinio y después se la dio. La imagen auténtica está en Guadalajara, a mí me encantaría ir a Guadalajara y ponerme a escuchar qué me dice, qué me pide. Hemos de conformar un ejército de María para salvar al Mundo entero y a España; de esta manera, volverían los valores evangélicos a nuestra sociedad.

Lo que ha ocurrido en otras épocas vuelve a ocurrir una y otra vez: la lucha del Bien contra el Mal. Yo quiero ser parte de ese ejército espiritual de María, es a lo que veo que el Espíritu Santo me está llevando.

Creo que he venido a la Antártida porque me ha traído la Virgen. Supongo que a todo el mundo le pasa, pero yo veo cómo, últimamente, la Virgen me guía por vericuetos. Estoy muy contenta de poder hacer lo que me pide y también me siento con una gran responsabilidad. Todos los días rezo el Rosario pero hoy, día del Rosario Universal, lo rezaré con más devoción aún: pondré mis cinco sentidos.

Estoy orgullosa de servir a nuestra Señora porque yo he tenido experiencias dentro de la Iglesia en las que he visto cómo se pone en segundo plano o se relega a la Santísima Virgen y al Santísimo Sacramento y esto me hace ser más combativa.

Mira, en esta foto estoy yo, con el rosario, el día que no sabíamos que iba a pasar. Pensé que la policía me podía pegar…

A mí nunca me había pasado, pero, en ese momento, sentí una fuerza interior que me hizo enfrentarme. Es muy raro lo que está pasando: en todo el Mundo, en muchos estamentos, en la propia Iglesia, en la política… hay un combate. Y no hay más remedio: hay que ser combativo y luchar por la fe en Cristo.


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